EL TERRENO, AMBITO GEOGRAFICO Y CLIMA

El terreno se halla en la ladera de la sierra descendiendo en terrazas donde hay plantados cerca de 250 olivos.La orientación es sur y estamos a unos 560 metros sobre el nivel del mar. Tenemos un clima suave con una pluviosidad media en los últimos diez años de 1300 mm. Las lluvias concentran sus máximos en el otoño e invierno y los veranos son calurosos y secos. Creo es importante determinar estos aspectos pues de ellos dependerá las labores a realizar y en el tiempo que hay que hacerlas. Mi intención será comentarlas de acuerdo a como las vayamos realizando.

EL SUELO

Es importante tener en cuenta a la hora de iniciar un huerto el tipo de suelo. En mi caso el suelo es arcilloso y por lo tanto muy pesado y difícil de trabajar. Lo ideal es aportar compost y estiércol suficiente para mejorar su estructura a la par que los nutrientes necesarios para el buen desarrollo de las plantas.

El suelo arcilloso presenta, por otro lado, cualidades interesantes (no todo iba a ser malo) fija mejor los nutrientes y conserva mejor la humedad.

Para mejorar la estructura del suelo y al objeto de ahorrar costes en compost (no soy todavía autosuficiente) aporto arena, evidentemente no dejo de echar compost pero lo hago en menores cantidades.La arena no aporta nutrientes pero mejora la estructura del suelo y luego es más fácil de trabajar la tierra (no se compacta ).

martes, 3 de mayo de 2011

HUERTO- -LECHUGA

La lechuga es una verdura que se puede cultivar casi todo el año, haciendo un semillero en enero, otro en marzo y el último en agosto. Todo ésto teniendo en cuenta la climatología de la comarca de la Vera.

Las primeras se plantan a finales de febrero, las segundas en abril y las siguientes a principios de septiembre.


En la rotación de cultivo las acostumbro a plantar en el bancal que tuvo cebollas, de esta manera, en el terreno no queda estiércol fresco.

En todos los manuales para neo-rurales se dice que el cultivo de la lechuga es fácil, vamos, que tiramos unas semillas al suelo y está todo hecho, pero.......

El cultivo de la lechuga siempre me dá problemas, y no me refiero sólo a la tormenta del otro día, que eso entra en la categoría de accidentes.

A las lechugas tempranas les suele atacar el “gusano de rosca”, por lo tanto, hay que estar muy atentos, además si el tiempo es húmedo les entrará la “podredumbre del cuello” y la planta se pudre.

Las de abril tienen los mismos problemas, mas el calor, que hará que se espiguen.

Las que se plantan en septiembre al principio no tendrán gran problema, siempre que reguemos muy frecuentemente. Si el otoño es húmedo también les atacará la podredumbre del cuello y se acabó el comer lechugas del huerto.

¿Porqué sigo poniendo lechugas?, pues no lo sé, a lo mejor es que quiero tropezar en la misma piedra hasta ver si en una de éstas, la piedra se rompe.

Nieves me recuerda muchas veces que cuando estuvimos trabajando y viviendo en fincas ajenas, le gustaba ir a la huerta al final de la tarde y recoger la lechuga para la ensalada de la cena, y cuando has probado éso, das por bien empleado todo lo demás.



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