Este es un blog donde escribiré sobre mis experiencias en mi huerta y jardín.Pretendo compartirlas con vosotros y espero recibir las vuestras. Además daré recetas de cocina utilizando los productos de la huerta.
EL TERRENO, AMBITO GEOGRAFICO Y CLIMA
EL SUELO
Es importante tener en cuenta a la hora de iniciar un huerto el tipo de suelo. En mi caso el suelo es arcilloso y por lo tanto muy pesado y difícil de trabajar. Lo ideal es aportar compost y estiércol suficiente para mejorar su estructura a la par que los nutrientes necesarios para el buen desarrollo de las plantas.
El suelo arcilloso presenta, por otro lado, cualidades interesantes (no todo iba a ser malo) fija mejor los nutrientes y conserva mejor la humedad.
Para mejorar la estructura del suelo y al objeto de ahorrar costes en compost (no soy todavía autosuficiente) aporto arena, evidentemente no dejo de echar compost pero lo hago en menores cantidades.La arena no aporta nutrientes pero mejora la estructura del suelo y luego es más fácil de trabajar la tierra (no se compacta ).
jueves, 7 de abril de 2011
CUENTO INFANTIL - EL AGUA
Habían pasado el invierno junto con otras familias de gotas de agua en las cumbres de la montaña.
Con el frío del invierno todas las gotas permanecían inmóviles y tomaban un color blanco como la nieve. Los días se hacían largos y aburridos.
Con la llegada de la primavera y la subida de las temperaturas empezaban agitarse y a charlar animadamente.
- Que pesado se me ha hecho el invierno - comentaba papá Gotón
- Ya tengo ganas de viajar - dijo contenta Gotita.
Esta agitación a medida que avanzaba la primavera iba en aumento , llendo las gotas de aquí para allá.
Hasta que llegó el gran día y empezaron todas a deslizarse desde lo alto de la montaña. Al principio muy deprisa al ser la pendiente muy pronunciada, habiendo que llevar cuidado de no separarse pues podías perderte.
- Ten cuidado Gotita, estate bien pegadita a mi - dijo mama Gota.
A Gotita le fascinaba el dejarse llevar por la corriente empujada por multitud de gotas de agua. Era como dejarse caer por un tobogán en un parque acuático.
-¡¡¡¡ Yupi !!!! que divertido - gritaba Gotita.
En su recorrido pasaban por lugares muy bonitos, con grandes rocas y muchos árboles que descolgaban sus ramas hasta tocar el agua. Luego la corriente se hizo más tranquila pasando por una zona donde los humanos en los márgenes, cultivaban sus huertos y frutales. A los papás de Gotita, este discurrir tranquilo les resultaba más placentero y no tenían que estar tan atentos a ella. Este viaje sosegado posibilitaba la relación y charla con los vecinos más próximos.
- Como me gusta esta parte del río - dijo alguien.
- No soportaba tanto movimiento, uno ya va para mayor - contestó papá Gotón.
Días después llegaron al cruce con una gran corriente, por donde bajaban muchas gotas de agua que venían de partes diferentes y por ello con mucho que contar.
- Yo el invierno lo pasé en la oquedad de una gran roca - comentó una.
- Yo salí de las entrañas de la tierra - intervino otra.
Era muy interesante porque cada una te decía de donde venía y los lugares por donde había pasado.
El río cada día se hacia más ancho y las gotas ya eran multitud. Pasaron por pueblos y ciudades y el agua transparente y limpia se fue convirtiendo en opaca y sucia, compartiendo espacio con plásticos y otros restos.
Este tramo del río a la familia Gotaskauen no les gustaba nada y nostálgicos recordaban otros tiempos donde las aguas bajaban limpias.
Llegaron finalmente a un lugar que a Gotita fascinaba, era de una inmensidad inabarcable y las gotas que salían a su encuentro tenían un sabor salado y procedían de infinidad de lugares. Hablaban diferente pero todas se entendían, siendo ésta una cualidad de las gotas de agua. Hasta la llegada del verano la familia Gotaskauen lo paso dejándose llevar por las corrientes y disfrutando de los vaivenes producidos por las olas.
Entrado el calor se fueron haciendo más ligeras, hasta que llego el día que perdieron tanto peso que se elevaron hacia el cielo. Era una sensación de ingravidez que producía vértigo pero que a Gotita le encantaba.
- ¡¡¡ Mamá mira floto en el aire !!!!á
- Ven Gotita sujetate a mi - le dijo temerosa su madre.
Subieron y subieron hasta formar parte de una gran nube. Desde ella flotando en el aire y moviéndose arrastrada por el viento había una visión fantástica. Se podía ver el mar, las playas y las ciudades y pueblos se veían muy chiquitos. Gotita creyó ver al fondo, a lo lejos las montañas desde donde ella y su familia habían iniciado su viaje.
- Mira papá las montañas de donde venimos -
Viajaron durante días a la deriva merced al capricho de los vientos. Engordando la nube cada día ,hasta que tanto engordo que ¡¡¡ PLAS !!!! reventó, cayendo las gotas en un vertiginoso descenso.
Para Gotita esta vida viajera llena de sorpresas no podía ser mejor. Cada año era distino unas veces caían en un lugar y otras en otro.
Había lugares,sin embargo, por los que pasaban de largo o simplemente nunca llegaban. Eran lugares áridos y tristes.
Ellas, por donde se dejaban caer pintaban de colores el paisaje. Allí donde caían, los campos se volvían verdes y llenos de flores. Aquellos que los habitaban veían como crecían las plantas que cultivaban, se llenaban los aljibes y aumentaba el caudal de los ríos. Es por ello que la familia Gotaskauen en su infatigable viaje eran portadores de prosperidad y felicidad.
El agua en muchos lugares es un bien escaso. Es fuente de vida e imprescindible para la misma. Hagamos un buen uso de ella.
La verdad es que no sé qué haces estudiando historia y esas cosas. Dedícate a escribir cuentos. ¡Qué bonito¡
ResponderEliminarQue tiemble Pérez Reverte, que ha llegado Javier Tejero.
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