EL TERRENO, AMBITO GEOGRAFICO Y CLIMA

El terreno se halla en la ladera de la sierra descendiendo en terrazas donde hay plantados cerca de 250 olivos.La orientación es sur y estamos a unos 560 metros sobre el nivel del mar. Tenemos un clima suave con una pluviosidad media en los últimos diez años de 1300 mm. Las lluvias concentran sus máximos en el otoño e invierno y los veranos son calurosos y secos. Creo es importante determinar estos aspectos pues de ellos dependerá las labores a realizar y en el tiempo que hay que hacerlas. Mi intención será comentarlas de acuerdo a como las vayamos realizando.

EL SUELO

Es importante tener en cuenta a la hora de iniciar un huerto el tipo de suelo. En mi caso el suelo es arcilloso y por lo tanto muy pesado y difícil de trabajar. Lo ideal es aportar compost y estiércol suficiente para mejorar su estructura a la par que los nutrientes necesarios para el buen desarrollo de las plantas.

El suelo arcilloso presenta, por otro lado, cualidades interesantes (no todo iba a ser malo) fija mejor los nutrientes y conserva mejor la humedad.

Para mejorar la estructura del suelo y al objeto de ahorrar costes en compost (no soy todavía autosuficiente) aporto arena, evidentemente no dejo de echar compost pero lo hago en menores cantidades.La arena no aporta nutrientes pero mejora la estructura del suelo y luego es más fácil de trabajar la tierra (no se compacta ).

miércoles, 15 de junio de 2011

CUENTOS INFANTILES - ANOFELES, EL MOSQUITO LIGÓN.

Anofeles era un mosquito que había nacido y crecido en una charca junto con otros cientos de mosquitos. Desde hacía semanas se había fijado en una chica mosquito que se llamaba Chupa Chupi. Le gustaba su caída de alas y la forma en como se desplazaba con aparente indiferencia.

Anofeles trataba de llamar su atención con vuelos rasantes y piruetas en el aire. Pero Chupa Chupi no mostraba el más mínimo interés por las acrobacias de Anofeles.
Un día se armó se valor y se acercó a ella y le dijo :

                   - ¡¡Hola!! me llamo Anofeles, ¿cómo te llamas ?
Chupa Chupi le miró y observó lo azorado que se encontraba él, pero le hizo gracia.
                   - No es muy guapo aunque hay que reconocerle su interés y su buena disposición. Debería darle una oportunidad - pensó Chupa Chupi.

    
                    - Hola Anofeles, me llamo Chupa Chupi -
Después de hablar de cosas intrascendentes, como: ¿estudias o trabajas? ¿vienes mucho por esta charca?etc..etc...etc....Anofeles se decidió a invitarle a cenar.

                       - ¿Quieres venir a cenar conmigo mañana? - preguntó.
                       - Bueno - contestó Chupa Chupi tratando de disimular su entusiasmo.

Después de despedirse Anofeles empezó a pensar donde podrían ir. El como  todos los mosquito chico era vegetariano y ella como a todas las mosquito chica le gustaba chupar sangre.
El quería quedar bien. Nada de comida basura, no la llevaría a chupar sangre de cadáveres de animales aunque estuvieran recién muertos. Tampoco la llevaría a alimentarse de la sangre de animales vivos, como perros o gatos, siempre te encontrabas con pelos. La llevaría a cenar a un lugar de calidad. ¡¡Ya está!! , pensó, una terraza de verano. Sangre humana, la mejor. Allí tendría donde elegir.

                                         
   Al día siguiente, Anofeles se había arreglado y perfumado y se dirigía al lugar acordado. Al encontrarse con ella le dijo :
                   - Ven te voy a llevar a cenar a un lugar que te va a gustar -
                   - Vale ,vamos, me gustan las sorpresas -
Se alejaron de la charca al atardecer, llegando al pueblo anocheciendo, acercándose a una animada terraza.

                   - Bien, creo que es mejor que nos situemos debajo de una mesa, es más seguro.- dijo Anofeles.
Situados, posados en la pata de una mesa, Anofeles animó a Chupa Chupi :
                   - Aprovecha a ahora, yo te espero aquí. Buen provecho.
                  - Gracias. Aquí tengo unas buenas piernas que picar -
Anofeles en otras citas a veces volvía a casa sin pareja. En ocasiones morían estampadas en una pared o de un manotazo aplastadas sobre una pierna o un brazo.
Los humanos no eran muy comprensivos con las necesidades de los mosquitos y nos odiaban por chupar unos cuantos mg. de su sangre. Así que salir a cenar era realmente como un deporte de aventura.

Pero esta vez Chupa Chupi volvía sin contratiempos y satisfecha.
Después de la cena se dedicaron a contemplar la luna llena muy pegaditos el uno al otro.Pasando una velada muy pero que muy romántica.

     

2 comentarios:

  1. Estás inmortalizando a los insectos de La Vera. La próxima vez que me pique un mosquito me va a dar pena darle un manotazo por si fuera Chupa Chupi.

    ResponderEliminar
  2. Me pasa como a Nieves. Ahora, cuando me pique un mosquito, voy a dudar entre pegar un manotazo y evitar un bonito romance o dejar que chupe y que forme una bonita familia...

    ResponderEliminar