Como tantas otras cosas buenas (como nuestra amiga Gachi) procede del otro lado del charco.
Es una verdura ( la considero así porque la consumimos fresca), que siembro en el huerto desde el primer año que pisé la Comarca de la Vera.
Suelo sembrarla tres veces. La primera hacia finales de marzo o primeros de abril, la segunda tanda a primeros de mayo y la última a primeros de agosto. El terreno está abonado del año anterior. En la rotación siguen a los tomates y pimientos.
La primera tanda siempre es una variedad de mata baja, que son de desarrollo mas rápido.
Al mismo tiempo que siembro las primera tanda siembro maíz donde sembrare la segunda tanda, y cuando el maíz ya tiene unos veinte centímetros de alto, siembro al pie de cada mata dos o tres judías.
Casi siempre ha sido la variedad Buenos Aires, muy productiva y de muy buen comer.
Pocos días después de sembrar la segunda tanda, siembro, lo mas alejado posible de ellas, el maíz para entutorar la tercera y última tanda de judías, también de la misma variedad.
Con el clima de La Vera el riego es obligatorio, la primera tanda como nace al inicio de primavera es la que mas aprovecha las lluvias, para las otras, el riego es casi desde antes de nacer.
No tiene mas enemigo que la araña roja, la misma que la del cuento que nos contó Javier
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