Vivimos en la comarca de la Vera, una de las comarcas con mayor tradición en la cría de ganado, principalmente de cabras.
Pero poco a poco, van desapareciendo los cabreros tradicionales, los que crían su ganado a campo abierto.
El cabrero tradicional desaparece porque no hay relevo generacional, lo cual es completamente lógico. Es un trabajo que ocupa todas las horas de luz del día y todos los días de la semana, eso, un año tras otro, y encima sin ayudas reales a esas familias, esclavos de su trabajo, para casi no sacar dinero de su esfuerzo y sacrificio.
El cabrero tradicional, saca a pastar todos los días a su rebaño, ordeña y vigila que los cabritos mamen de sus madres lo suficiente para desarrollarse bien. La leche que venden y los cabritos es el fruto que obtienen de su trabajo.
Quiero recalcar el hecho de que “los cabritos maman de sus madres”, algo que puede sonarnos a natural y por tanto a normal, pero no es normal. En las explotaciones modernas, el cabrito bebe leche- pienso, con lo que alteran el resultado final de la gran joya gastronómica que tenemos en la Vera, el cabrito que sólo tomó leche de su madre.
Hoy, que nos comeremos con los amigos una de estas joyas, quiero dejar aquí constancia de mi agradecimiento a esas familias que siguen esforzándose por hacer bien su trabajo, obteniendo estos magníficos resultados.
Ingredientes:
Cabrito
Manteca de cerdoSal gorda
Agua
Elaboración:
Se instala el cabrito en la fuente de horno, se sala, se le ponen unas bolitas de manteca por encima y se le añade un vaso de agua a la fuente. Se mete a horno fuerte hasta que la carne coja calor, y después se baja la temperatura para que se ase bien.
Es conveniente acompañar la carne con una buena ensalada y patatas .
kkkk
ResponderEliminarcomo que kkkk ?
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