EL TERRENO, AMBITO GEOGRAFICO Y CLIMA

El terreno se halla en la ladera de la sierra descendiendo en terrazas donde hay plantados cerca de 250 olivos.La orientación es sur y estamos a unos 560 metros sobre el nivel del mar. Tenemos un clima suave con una pluviosidad media en los últimos diez años de 1300 mm. Las lluvias concentran sus máximos en el otoño e invierno y los veranos son calurosos y secos. Creo es importante determinar estos aspectos pues de ellos dependerá las labores a realizar y en el tiempo que hay que hacerlas. Mi intención será comentarlas de acuerdo a como las vayamos realizando.

EL SUELO

Es importante tener en cuenta a la hora de iniciar un huerto el tipo de suelo. En mi caso el suelo es arcilloso y por lo tanto muy pesado y difícil de trabajar. Lo ideal es aportar compost y estiércol suficiente para mejorar su estructura a la par que los nutrientes necesarios para el buen desarrollo de las plantas.

El suelo arcilloso presenta, por otro lado, cualidades interesantes (no todo iba a ser malo) fija mejor los nutrientes y conserva mejor la humedad.

Para mejorar la estructura del suelo y al objeto de ahorrar costes en compost (no soy todavía autosuficiente) aporto arena, evidentemente no dejo de echar compost pero lo hago en menores cantidades.La arena no aporta nutrientes pero mejora la estructura del suelo y luego es más fácil de trabajar la tierra (no se compacta ).

miércoles, 27 de abril de 2011

TIEMPO DE ESPÁRRAGOS

Cuando nos vinimos a vivir a la comarca de la Vera, hará unos veinte y pico de años, en las vegas del río Tiétar se cultivaba mucho el espárrago.

Este cultivo hacía que muchas personas de los pueblos de la comarca, vivieran unos meses de ese trabajo, pues toda la recolección se hacía a mano. Además, los agricultores vendían los manojos de espárragos frescos a las puertas de sus casas.

Poco a poco fueron desapareciendo de las puertas los manojos de espárragos y de la vega su cultivo.

¿Porque?, no lo sé muy bien. Unos dicen que la mano de obra no les dejaba márgen; otros que por la competencia del exterior. Lo cierto es que desapereció su cultivo y con él todos los puestos de trabajo que generaba, y también la oportunidad de comprar un producto sabiendo su procedencia.

Aunque no pueda comprar los espárragos en la puerta de al lado, lo cierto es que en este tiempo este producto se encuentra en el mercado, venga de donde venga.

Los espárragos tienen un sabor intenso y característico, por ese motivo se les puede cocinar añadiendo salsas o gratinados, porque no les matamos su sabor.

Os propongo dos formas de tomarlos. Una de ellas, la tradicional, con su salsa mahonesa,

la otra gratinándolos.

Para la segunda opción necesitamos: los espárragos, unas lonchas de jamón (serrano o york) y lonchas de queso que funda bien. Para prepararlos, tenemos que cocer los espárragos una vez pelados.



Los ponemos a cocer con poca agua y sal. Una vez cocidos se les pone a escurrir conservando el agua de cocción. Envolvemos cada espárrago en una loncha de queso y otra de jamón y los vamos poniendo en una fuente de horno




Con el agua de cocción preparamos una especie de salsa bechamel clarita y se la ponemos por encima a los espárragos, y unos minutos gratinando en el horno.



Deliciosos.









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